Mi nombre verdadero es Nube pero, claro... ¿Dónde voy yo por la vida llamándome Nube? Me lo puso mi Madre, un espíritu libre en busca de emociones para alimentar su alma, una hippie que no quiere tener ataduras y que, según me han dicho, vive en las alpujarras de Granada. Nació en el sur de Francia y, en unas vacaciones por España, conoció a mi padre, un malagueño guapo que le robó su corazón. Se casaron y, a los pocos meses, nací yo...

La conversación con Pepa me ha dejado descolocada. Iba a ser una quedada tranquila para ponernos al día pero la conversación ha derivado hacia el tema de siempre.

Desde que vino de Nueva York nos propusimos vernos al menos una vez por semana y recuperar así todo el tiempo que habíamos pasado separadas. Parece que fue ayer cuando la dejé en la puerta de embarque cargada de maletas e ilusiones. No solté ni una lágrima en el aeropuerto, pero nada más despegar su avión comencé a llorar desconsoladamente y no paré durante varios días mientras intentaba convencerme de que volvería pronto. Pero no fue así...

Toda historia tiene una segunda parte

¡Cuánto tiempo sin escribiros, perdonadme! Ha sido una época complicada, como seguramente para la mayoría, momentos de cambios, incertidumbre y por qué no decirlo, de miedo también.

He tenido que parar, replantearme todo y seguir hacia adelante, no mequedaba otra. La verdad es me acordaba mucho de cuando empecé, entre telas, botones y puntillas, cuando estaba en fase de negación y no encontraba mi camino… Hasta que finalmente entre varios dibujos y bocetos, ahí estaba yo, Dolores Promesas.

Pasé bastantes meses en los que no quería ni pensar en diseños, vestidos, ni nada por el estilo, pensé que esta época de mi vida había terminado, y tras quince años dedicándome en cuerpo y alma, era el momento de dedicarme a otra cosa. Cuanto más lo pensaba, más segura estaba que eso era lo correcto, lo más sensato, terminar con esta fase… Pero no sé por qué, lo cerebral no va conmigo, siempre me he ido guiando con el corazón, por impulsos y ahí estaba de nuevo, con mi vida patas arriba, y con una sola idea, “NO, YO NO ME RINDO”

Hablé con amigos que me conocen de siempre, otros nuevos, con mi equipo que me ha apoyado de forma incondicional en estos meses, con Pepa por supuesto… Todos me animaron a seguir hacia delante, porque sin ellos y todos los que me han acompañado año tras año, esto no tendría sentido. Y aquí estoy, empezando de nuevo, casi desde cero, con la misma emoción, alegría y miedos del principio, pero con un poco más de experiencia. Después de un parón, seguimos… “No importa lo que te pasé, sino lo que tú haces con loque te pasa, ese es mi espíritu” ¡Y esto es como montar en bici, no se olvida! ¿Me acompañas de nuevo en esta aventura?